Superación personal

¿Sin motivación para entrenar?

¿Sin motivación para entrenar?

Por más que lleves mucho tiempo entrenando, hay días en los que no te sientes con la mejor actitud, por lo que preferirías faltar al gimnasio. Es una decisión complicada porque ya construiste ese hábito y tu disciplina es excelsa… Ese pensamiento hace que pongas excusas tontas para faltar; por ejemplo, apenas caen unas cuantas gotas de agua y es una razón suficiente.

Si tu mente no está bien, tampoco lo estará tu cuerpo.

Incluso a esta situación se le suma saber que no tendrás el mejor rendimiento. Solo debes saber una cosa, es algo que te gusta y no puedes dejar que un mal día lo arruine.

Razones de no sentirte motivado:

  • Preocupaciones, financieras, laborales y en el hogar
  • Tristeza ante un suceso
  • No dormir bien
  • Sobrepensar las cosas
  • Dudar de ti mismo
  • Mala alimentación

Si tu mente no está bien, tampoco lo estará tu cuerpo.

Estos puntos los podríamos envolver en emociones negativas y son suficientes para disminuir tu motivación, pese a tener una salud mental muy buena, porque eso es lo que nos deja el ejercicio.

Una vez que lo entiendes, debes levantarte, vestirte y prepararte para entrenar. ¿Qué pasa si dejas que estos días malos te afecten? Así como el ejercicio es un hábito, dejar de ir se puede convertir en uno. Imagina abandonar algo que te gusta y empezar desde el principio, como bien lo sabes, para mantenerte en forma debes ser constante y todo lo que realizaste en 2 años o más no se conservarán.

Entonces, ¿qué hacer?

  • Medita unos minutos y realiza ejercicios de respiración para alejar los pensamientos negativos.
  • Consiéntete con un buen desayuno e incluye café.
  • No te saltes Reps o Sets, mejor escala los ejercicios con un peso menor del que sueles cargar.
  • Escucha tu playlist favorita. Si estás en clase, comenta con el coach si pueden reproducirla en el altavoz o que te permita usar tus audífonos.
  • Al terminar hay 2 opciones, que te sientas mejor o seguir sin muchos ánimos, por lo que lo ideal es que ahora toca consentirte con un día de películas o una actividad que te relaje.

Si de plano sientes que definitivamente no es tu día, no vayas. Por un día no te afectará, puedes reponerlo otro día o ya dejarlo pasar para la siguiente semana comenzar con toda la actitud. Recuerda que esta es tu última opción, aunque será en la primera que pienses.

No te detengas y comprendamos que pese a amar una disciplina, no siempre tendremos el mejor rendimiento por miles de razones que rondan en nuestra cabeza.

 

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