¿Cuántas veces has escuchado la frase “el ejercicio transforma el cuerpo y la mente? Y quizá suene algo cliché, pero es una realidad. Las personas que se someten a un régimen de entrenamiento o que realizan cualquier actividad física, son personas que a diario están motivadas.
En este blog abordaremos el tema: cómo el ejercicio transforma tu cuerpo y mente. Y por ello, queremos que continúes motivado en la actividad física que practiques; ya sea que entrenes en un gimnasio, te encuentres en un estudio de danza, estudio de baile o cualquier tipo de academia deportiva. Lo importante es que continúes mejorando tu calidad de vida.
La motivación no solo es una cuestión de “echarle ganas” conlleva disciplina, dedicación y ponerse objetivos a distintos plazos. Si no hay algo que te motive a luchar cada día, difícilmente podrás concluir tus actividades.
El ejercicio constante no solo te permite transformar el cuerpo físico, sino que, además a nivel mental te permite mejorar tu calidad de vida, cambiar tus malos hábitos, encontrar motivación, salir de tu zona de confort, superar tus miedos y enfrentar tus propios obstáculos.
¿Qué efectos tiene la actividad física en el cerebro?
La actividad física previene el deterioro cognitivo ligado a la edad en personas sanas, reduce el riesgo de desarrollar demencia y puede mejorar la calidad de vida en personas con demencia, más allá de los beneficios físicos que también comporta.
La OMS recomienda la práctica habitual de actividad física. Un mínimo de 150 minutos (2,5h) de actividad física a la semana, obteniendo más beneficios si se alcanzan los 300 minutos semanales (5h).
Realizar actividad física mejora la función cognitiva, la memoria, la eficiencia y la atención. Una posible explicación es que estimula la circulación sanguínea en los circuitos neuronales implicados en la función cognitiva.
El incremento del flujo sanguíneo cerebral libera más oxígeno en los tejidos del cerebro, se reduce la tensión muscular y provoca un incremento en la sangre de los receptores endocannabinoides (moléculas implicadas en la sensación de apetito, la sensibilidad al dolor, el humor y la memoria). También aumenta la producción de serotonina, un neurotransmisor (molécula del cerebro) relacionado con el control de las emociones y estados de ánimo.
El ejercicio regular puede reducir el riesgo de desarrollar ciertas condiciones de salud mental, como la depresión y la ansiedad.
En cuanto a los beneficios en el cuerpo físico, los efectos pueden variar dependiendo del tipo de ejercicio, la frecuencia, la intensidad y la duración. Aquí hay algunos de los principales efectos que el ejercicio puede tener en el cuerpo:
Fortalecimiento muscular: El ejercicio regular, especialmente el entrenamiento de fuerza puede aumentar la masa muscular y fortalecer los músculos, lo que mejora la resistencia y la capacidad para realizar actividades físicas.
Mejora del sistema cardiovascular: El ejercicio aeróbico, como correr, nadar o andar en bicicleta, fortalece el corazón y los pulmones. Ayuda a mejorar la circulación sanguínea, aumenta la capacidad pulmonar y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
Pérdida de peso y control del peso: El ejercicio ayuda a quemar calorías y puede contribuir a la pérdida de peso cuando se combina con una dieta saludable. También puede ayudar a mantener un peso corporal saludable a largo plazo.
Mejora del estado de ánimo: El ejercicio libera endorfinas, neurotransmisores que pueden reducir el estrés, la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. También puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo.
Fortalecimiento de los huesos: El ejercicio de resistencia, como el levantamiento de pesas o actividades que implican impacto, como correr, puede fortalecer los huesos y ayudar a prevenir la pérdida de densidad ósea relacionada con la edad.
Mejora de la flexibilidad y la movilidad: Los ejercicios de estiramiento y flexibilidad pueden mejorar la amplitud de movimiento en las articulaciones, lo que ayuda a prevenir lesiones y mejora la postura.
Mejora de la calidad del sueño: El ejercicio puede ayudar a regular el ciclo del sueño, promoviendo un sueño más profundo y reparador.
En resumen, el ejercicio tiene una amplia gama de beneficios para la salud física, mental y emocional.
Es importante destacar que la clave para experimentar transformaciones positivas en el cuerpo a través del ejercicio es la consistencia y la combinación de diferentes tipos de ejercicios, junto con una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable. Además, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud o un entrenador personal para diseñar un programa de ejercicio que se ajuste a las necesidades individuales y objetivos específicos.
En ODEN nos importa tu bienestar, por ello, te recomendamos continuar con la actividad física que más disfrutes practicar y sigas luchando por tus objetivos. Solo tú, puedes mejorar tu calidad de vida. Recuerda que el ejercicio siempre será la mejor inversión.