Ejercitarnos se ha vuelto un hábito que se disfruta todos los días, pese a que quedemos tirados en el piso después de un exigente entrenamiento, sobre todo, cuando está más enfocado en ejercicio cardiovascular… ¡Con burpees!
Eso no es molesto, la molestia viene cuando otras personas (incluso coaches) se encargan de quitarnos nuestro momento de goce con este tipo de acciones:
- Equipo desacomodado → ¿Es muy difícil que al terminar de usar el equipo se regrese a su lugar? Hay gente olvidadiza, pero eso va más encaminado a un mal hábito. Si fueran los primeros días entrenando se entiende, pero no es así.
- Desatención del entrenador → “¿Coach, qué seguía después de terminar los Strict Pull-Ups?” Te dice que ahorita va contigo y ese momento nunca llega. Incluso uno cree que podría ser molesto insistir, aunque estés en todo el derecho. Cuando él siempre está al pendiente de ti, te inspira. Claro, puede que esté al pendiente de los demás no porque no quiera ayudarte, por ello, es importante que exista un límite de accesos para que eso no ocurra y se tenga una mejor experiencia en el entrenamiento.
Para que eso no suceda, apóyate del Sistema ODEN. Los atletas podrán reservar su clase y horario favorito a través de su smartphone con la App ODEN → Posteriormente al llegar al gimnasio escanean el código QR que puedes tener en el lobby impreso o en una pantalla → Una vez hecho el proceso no existirá preocupación de registrarlos uno a uno, ya que aparecen directamente en el sistema y así, evitas aglomeraciones.
- Entrenar sin tener bases → ¿Recuerdas tus inicios entrenando? Este punto va ligado al anterior, te costó acudir al gimnasio porque no sabes cómo se ejecutan correctamente los ejercicios o ni siquiera sabes qué hacer, así que deseas que el Coach esté pendiente de ti. O pasa que te dice que hagas un ejercicio replicándolo sin el equipo en vez de acompañarte a ver cómo lo haces.
Esta situación ocasiona que los clientes no vuelvan más.
- Encontrar sudado el equipo → Ir a entrenar es sinónimo de sudar. Si tu gimnasio no cuenta con franelas o algo similar, lleva una toalla; no ocupa mucho espacio en tu maleta o incluso puede llevarla en la mano junto con tu botella de agua. Para algunos atletas puede que no les importe, pero siempre hay que ser considerados.
- Que no paren de hablar en clase → Es como regresar a la escuela, cuando el maestro explicaba un tema y estaba el grupito de personas que no dejaban de hablar. Aunque siendo sinceros, la mayoría lo hemos hecho. Independientemente de ello, evitemos molestias a los demás atletas y al Coach.
- La arrogancia de otros atletas → No es necesario identificarlos como lo que gritan en cada Rep, basta con leer su lenguaje corporal en la manera de caminar, en la mirada, la postura, etc. Es mejor ser admirado cuando sabes mucho y mantienes la humildad.
Una vez que el gimnasio nos pone como prioridad y no nos descuida, es más fácil que volvamos, porque nadie quiere regresar a un lugar donde no le dan un buen servicio. Debemos entender que los atletas son el sustento de los centros fitness y el primer camino la mejor publicidad → de boca en boca.
¿Se te ocurre alguna otra?