El cuerpo humano es una grandiosa máquina con más de 20 billones de células que la componen. Incluyendo milímetro a milímetro; contabilizando huesos, tejido adiposo, músculos, cartílago, sangre, vasos capilares, venas, arterias… Todo.
Nuestro diseño, está hecho para realizar las funciones básicas de supervivencia y esto, gracias al ADN. Los seres humanos hemos ido evolucionando al paso de los años, y la toma de decisiones que hacemos diariamente es resultado de todo ese largo proceso.
Como cualquier máquina creada por el hombre, nuestro cuerpo requiere de cierto mantenimiento para funcionar correctamente. No es que seamos máquinas literalmente, pero también requerimos de una fuente de energía y estar en continuo movimiento. El ejercicio es el mantenimiento que nuestro cuerpo necesita.
Pero, ¿qué le sucede al cuerpo humano cuando experimenta mayor esfuerzo y lo llevas al límite? Quizá suena muy extremo o que pueda ser algo imposible, pero no es así, llevamos la fuerza de nuestros ancestros. El ser humano ha llevado su cuerpo al límite desde la historia, desplazándose de un continente a otro a pie, soportando los climas más extremos y aún así cargando rocas o troncos pesados, nadando distancias muy largas para cazar y todavía podría continuar.
Los tiempos han cambiado, ya no es necesario realizar todas esas actividades para sobrevivir. Ahora obtenemos todo desde la comodidad de nuestro hogar. Quizá estamos más cómodos, pero nuestro cuerpo ya no se esfuerza como debería. Nuestro cerebro evolucionó de entre todos los animales, pero dejamos de esforzarnos físicamente y esto nos ha traído varias consecuencias.
Nuestro cuerpo tiene mayor fortaleza de lo que pensamos, solo basta con entrenar diariamente para ir obteniendo resistencia y fuerza poco a poco. Llevar el cuerpo al límite es superar el estigma de debilidad, saber cómo respirar correctamente, confiar en tu propio cuerpo, elevar el nivel de concentración y aumentar la resistencia.
Algunos beneficios de llevar tu cuerpo al límite de su capacidad son:
- Reducirás el riesgo de sufrir enfermedades: Cuando entras descubres que te sientes mejor en todos los sentidos, y por ello tu cuerpo te pide seguir entrenando. Lo que quizás no sepas es que hacer deporte de forma regular reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, disminuye las posibilidades de sufrir ciertas formas de cáncer y mantiene sanos tus músculos, huesos y articulaciones.
- Socializarás con personas: Cuando empieces a entrenar comenzarás a conocer personas con las mismas inquietudes que tú y que se convertirán en tus aliadas ante los retos. Esa gente será tu apoyo cuando tu cuerpo diga basta y cuando llegues a ese límite que crees que no puedes superar; ellos estarán ahí para animarte.
- Producirás endorfinas: Una actividad física de alta exigencia favorece que tu cuerpo genere endorfinas que, además de actuar como analgésicos naturales, producen alegría, bienestar y sensaciones placenteras. De alguna manera despertarás tus sentidos buscando ese paso más allá y poniéndote al límite.
- Cambiará tu percepción de la vida: La vida diaria está cargada de estrés: trabajo, prisas, dificultades… Llevar tu cuerpo y a tu mente al límite hace que afrontes de otra forma esos pequeños (o grandes) problemas rutinarios.
- Mejorará tu equilibrio, fuerza y resistencia: Te enfrentarás con tus propias debilidades. Pondrás a prueba todos los aspectos de tu condición física, tendrás que cuidar cada detalle para rendir a tope.
- Hará que te sientas más vivo: Sal un día a la montaña y plantéate el reto de subir a una cima y descubrir lo que se ve desde allí arriba: te sentirás vivo y descubrirás que estás hecho para ponerte nuevas metas. Debes afrontar un reto tras otro, enfrentarse a obstáculos sin parar… y conseguir superarlos. Es una auténtica declaración de intenciones, una forma de hacerte notar ante el mundo y demostrar que no te conformas con cualquier cosa.
Los seres humanos necesitamos descargar toda esa adrenalina que llevamos dentro, quizá la rutina diaria impide que lo hagamos continuamente, y eso tan solo favorece la aparición de trastornos mentales y estrés. Cabe recalcar que llevar al cuerpo a lo máximo físicamente, tiene que ser progresivo y siempre bajo la asistencia o supervisión de personal capacitado.
Es por eso que los atletas que experimentan la sensación de explotar al máximo su capacidad física, son quienes tienen un buen equilibrio mental, conocen bien su cuerpo, saben hasta dónde deben esforzarse sin llegar a dañar su cuerpo y sobre todo, obtienen una buena satisfacción de lucha.
El cuerpo humano es más fuerte de lo que imaginamos, somos capaces de realizar actividades de gran hazaña. Estamos compuestos de entre 650 y 840 músculos y 206 huesos, y por si fuera poco, mil millones de neuronas. Realmente somos una “máquina” muy poderosa.
Las competiciones de cualquier deporte desafían las capacidades, sacan las mejores habilidades, se enfrentan a tus debilidades y benefician la autoestima de los atletas. Llevar al máximo el cuerpo va más allá de un cuerpo tonificado y entrenado, es la sensación de estar vivo.